El ilegal comercio de las peleas de gallos.

Levante emv.com, 27 de mayo 2013

La Comunitat Valenciana no es una excepción y de hecho otra nueva operación realizada esta semana por la Policía Local de Valencia muestra que es uno de los territorios con más afición. Fue el miércoles en la Carretera de En Corts donde los agentes recuperaron un total de 20 gallos en un corral.
Allí se comprobó rápidamente cual era el uso de estos animales, puesto que la policía encontró una gallera, es decir, el espacio en forma de ruedo en el que las aves se baten. Varios de los animales mostraban heridas "de guerra" como cortes profundos en las patas y cabeza e incluso ojos arrancados.
Hace muy poco tiempo,en marzo, la Policía Nacional detuvo a tres jóvenes en Burjassot por organizar peleas en una casa de campo del municipio. En este caso incluso se intervinieron vigorizantes o retardantes de la fatiga que se inyectaba a las aves para mejorar su condiciones físicas, y que son las mismas que se usan para caballos.
Asimismo, uno de los casos más destacados en tierras valenciana es el de la operación "Cresta" realizada el año pasado en Callosa de Segura, donde se llegó a detener a 46 personas en una gallera, en la cual había que pagar 10 euros como entrada y se manejaban apuestas de 300 a 600 euros. Las "peleas del millón" llegaban hasta los 10.000 euros por combate.
También, en Gandia en 2009 se desalojó una gallera con 200 espectadores...Es un goteo continuo de casos que retrata un mundillo que incurre en el delito del maltrato animal y de las apuestas ilegales.
En España las peleas de gallos están prohibidas desde 2003 con la excepción de Andalucía y Canarias donde están amparadas legalmente por tradición, y se desarrollan por peñas que cuentan con unos límites y controles. Como recuerda Javier Moreno, portavoz de Igualdad Animal, "se da la extraña situación que aunque estén prohibidas las peleas de gallos, no es así con la crianza de estos animales para ese fin", por lo que mientras no se demuestra que son usados para peleas no se incurre en delito. Según Moreno "unos 100.000 animales son criados para venderlos a países sudamericanos donde están permitidas legalmente". La compraventa de estos animales está a la orden del día, y sus vendedores los anuncian como aves destinadas a tal práctica y exaltan sus combates ganados.

Un gallo en Oliva por 500 euros
En Internet se pueden encontrar anuncios como el de un vendedor de Oliva que reza "Venta de gallos entrenados peleados y para desafios". El precio: 500 euros. En Alicante otro vendedor pide hasta 700 euros por cada uno de los animales que posee, descendientes de un gallo con "20 peleas ganadas". En otro casos los precios no llegan a los 150 euros, y también se destaca que son aves que cuentan con el tatuaje de la Federación Andaluza de Defensores del Gallo Combatiente Español. Ese es el nombre de la entidad de mantiene la regulación de esta práctica, y tiene su igual en Canarias con la Federación Gallística.
En Andalucía las riñas se realizan para la "mejora y selección" del Combatiente Español, y sólo las pueden organizar los peñistas, siempre que no sean consideradas espectáculo público, y hay otros requisitos como una medida establecida de las espuelas, o que no pueden realizarse combates a muerte.

Amputaciones al animal
Aún con la regulación, los defensores de los animales señalan que "aunque estén reguladas, no podemos hablar de que se respete a los animales ya que esto es incompatible con el hecho mismo de llevar a cabo peleas de gallos. El sufrimiento de los animales es inherente a esta actividad", apuntan desde Igualdad Animal.
Estas aves preparadas para el combate son facilmente reconocibles para el ojo inexperto debido a que los criadores cambian su aspecto con la amputación de la cresta y otras partes de la cabeza, como las "barbas" y las "orejas". En Internet se pueden visualizar diferentes vídeos y tutoriales en los que se explica como realizar de forma rudimentaria estas operaciones quirúrgicas. Según explican los aficionados en la red, estas amputaciones se realizan para facilitar la visión del animal y reducir la hemorragia en caso de lesión, puesto que son las partes blandas expuestas a los picos y espolones.
A pesar de la regulación en Andalucía y Canarias no se ha terminado con el delito. En abril la Guardia Civil destapó una gran cantidad de irregularidades en la comunidad andaluza. Los agentes irrumpieron simultáneamente en seis "reñideros" en la que encontraron tres gallos muertos y 25 con graves heridas. La Benemérita impuso más de 200 denuncias, de las que la mayoría fueron en materia de apuestas, maltrato animal, permitir la entrada a gente no asociada a las peñas o dar publicidad al evento. Casi 30 fueron por el consumo de estupefacientes o portar armas blancas.